Hay tantas telas y textiles para elegir. Cuando creé SALTDROP, necesitaba mantas y toallas empacables y livianas. Pero, ¿por qué elegir algodón turco en lugar de poliéster? Después de investigar el impacto sobre las personas y nuestro medio ambiente, hubo un claro ganador.
Impacto ambiental del poliéster (incluyendo microfibras, vellón, etc.):
- A pesar de sus cualidades positivas como la durabilidad, la empaquetabilidad y la resistencia a las arrugas, no es un tejido sostenible.
- Es un material sintético (un tipo de plástico) elaborado a partir de productos petroquímicos (petróleo/petróleo), que son recursos no renovables que contribuyen al agotamiento de los combustibles fósiles.
- Tiene un alto consumo energético y es altamente contaminante. La producción y fabricación de poliésteres libera gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático
- No es biodegradable y puede tardar cientos de años en descomponerse, lo que contribuye a los desechos plásticos y a la contaminación ambiental.
- Se descompone en microplásticos, que contaminan nuestros cuerpos, océanos y tierras.
- Material irrespirable que atrapa el calor, puede causar erupciones y exacerbar los problemas de la piel sensible.
Sostenibilidad del algodón turco:
- El algodón turco es un recurso natural y renovable que se cultiva utilizando métodos de agricultura orgánica, reduciendo el uso de productos químicos nocivos y promoviendo la sostenibilidad.
- Sus fibras más largas generan menos desperdicio en el proceso de hilado y tejido, lo que lo convierte en una opción más eficiente en el uso de recursos.
- Es liviano y más empacable que el algodón convencional debido a sus fibras largas únicas.
- El algodón turco orgánico es biodegradable y se puede descomponer de forma natural sin dañar el medio ambiente.
Suficiente dicho, ¿verdad? Con todo eso en mente, decidí usar algodón turco porque era el material más seguro y sostenible para mi familia y la tuya.
Aquí está un mejor ahora y mañana,
-Christine